Vidrios de seguridad
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Los vidrios templados rompen en pequeñas porciones para evitar accidentes. Son resistentes a impactos y temperatura, pero menos que los vidrios laminares contra robos o ruido.
Los vidrios laminares son dos o más cristales adheridos a una lámina plástica central. Evita los accidentes por desprendimiento de la hoja ante una rotura. También dificulta el robo, es más flexible y ofrece posibilidades especiales en acústica, térmicas y estéticas.
Vidrios de seguridad
Cristal Templado
Los vidrios templados llevan un proceso térmico que los hace hasta 5 veces más resistentes a impactos y temperatura que un vidrio estándar.
Los hay en diferentes grosores y medidas al corte.
En caso de rotura, lo hace en pequeños trozos que evita el desprendimiento total de la pieza.
Se suelen utilizar para piezas no muy grandes y pequeños espacios en los que el desprendimiento de la hoja podría causar un accidente, como en el caso de las mamparas de baño o puertas. También para espacios con altas temperaturas.
Este tratamiento es la solución perfecta para vidrios con taladros para tornillos, absorbe la presión y los golpes, reduciendo
el riesgo de rotura.
Para seguridad contra robos o grandes instalaciones, se recomiendan los vidrios laminados.
Cristal Laminado
Los vidrios laminares son 2 o más hojas unidas por una lámina central.
Se pueden fabricar en diferentes grosores, colores (traslúcido u opacos), darle más seguridad añadiendo más piezas como
en los antirrobo o antibala, aislar del ruido, la luz o la temperatura.
Se recomiendan para grandes superficies e instalaciones especiales como paredes, escaleras, puertas correderas, suelos,
techos, ventanas y escaparates.